Estrategias renovadas para “observar” el patrimonio cultural y arqueológico

Publicado en Horizontes

Luis Gonzalo Jaramillo. Profesor asociado del Departamento de Antropología y Coordinador de OPCA, Universidad de los Andes, Colombia.
 
El Boletín OPCA y su portal web emprenden cambios importantes en sus formatos para contribuir en la formación de una ciudadanía bien informada y capaz de influir en la generación de políticas públicas.


Si alguna vez se ha visto tentado a preguntar ¿qué es un observatorio cultural y para qué sirve?, esta nota puede ser de su interés. En agosto de 2009, fuimos anfitriones del lanzamiento oficial del Observatorio del Patrimonio Cultural y Arqueológico (OPCA), de su portal web y del Boletín OPCA 1, lo que nos permite responder con propiedad a su pregunta: un observatorio cultural alude a un grupo de personas que voluntariamente se integran en un colectivo autónomo con el fin de monitorear, evaluar e incidir en la percepción y gestión tanto del sector público como del privado en esta materia. Lo anterior se hace a partir de la producción de conocimiento de primera mano derivado de investigaciones propias y del monitoreo del acontecer nacional y mundial.

A más de tres años y medio de esa memorable ocasión, las estrategias que entonces previmos para “observar” el patrimonio cultural empiezan a cambiar para “verte mejor”. En efecto, producto de esta filosofía de trabajo en equipo y de recoger las expectativas, sugerencias y críticas constructivas de quienes nos visitan y apoyan voluntariamente con su trabajo, estamos impulsando cambios en los instrumentos y en las formas de “observar” el patrimonio cultural y arqueológico. Así, el 15 de noviembre de 2012 lanzamos el Boletín OPCA 4, dedicado al tema crucial, y ciertamente actual, de los “conflictos culturales en áreas protegidas”. Con este número se dio inicio a una nueva época editorial, pues además del rediseño gráfico de la portada y de las páginas internas, de la conformación de un comité editorial, de la obtención del ISSN y del diseño de un manual de forma y estilo, el nuevo Boletín OPCA se estructura a partir de contribuciones con un tamaño estandarizado. De esta manera, académicos de trayectoria, estudiantes de posgrado y pregrado, funcionarios y empleados del sector público y privado, y público en general, tendrán la oportunidad de compartir sus experiencias y reflexiones sobre ciertas temáticas en un lenguaje que favorezca la controversia, la difusión de las ideas y que, en último término, llegue a un público más amplio, mucho más de lo que permitía nuestro anterior formato de “ensayos” cortos.

Finalmente, para este año también se avecinan cambios en el portal web. Nuestro compromiso es que en mayo este portal cuente con una nueva estructura en la que en la página inicial se encuentren, además de las pestañas para acceder a las áreas con contenidos consolidados (como son las secciones sobre legislación cultural, proyectos de investigación y territorios arqueológicos), una Agenda Cultural y una sección con Noticias Destacadas. Aspiramos a que esta última sección, enfocada en temas de actualidad, sea una estrategia que garantice un incremento en el número de visitas de los usuarios asiduos de nuestro portal.
 
Así que no lo olvide: si el patrimonio cultural es algo que le interesa, en OPCA usted podrá “observarlo” y ser un agente de sugerencias para mejorar o crear otras estrategias para esta tarea de “observar”.

Los días 22 y 23 de noviembre de 2012, se llevó a cabo el Taller Nacional Patrimonio Cultural y Academia: Currículos, Planes de Estudio y Praxis Profesional, organizado por el Observatorio del Patrimonio Cultural y Arqueológico (OPCA) de la Universidad de los Andes y el Ministerio de Cultura. El evento congregó a cerca de 40 profesionales de diversas regiones del país quienes, organizados alrededor de 5 mesas temáticas, trabajaron por dos días en la evaluación de los pros y los contras de la relación entre patrimonio cultural y academia, vista desde los programas curriculares y sus contenidos. Los resultados de este taller, organizado con el apoyo del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural y el Instituto Caro y Cuervo, pronto estarán disponibles tanto en la forma de una relatoría como en la de una memoria, lo que convierte a este evento en un aporte específico a la generación de estrategias para “observar” el patrimonio cultural.